Entonces Fito me decía que al lado del camino es mas entretenido y mas barato, por otro lado Joaquín me susurraba que ciertos engaños son narcóticos contra el mal de amor, pero las palabras de mi buen amigo Andrés daban vueltas en mi atribulada cabeza: presentaste tus credenciales a su risa y te clavó una lanza en el costado y así era tan simple como lo oía pero buscaba la palabra precisa , nos sentamos a fumar un porro en una plaza no muy lejos de ahí y me dijo que tenia el vestido mas horrible de todo el tendido, metí mi mano en el bolsillo, necesitaba el telefono de Ismael, saque miles de boletas, recibos, cartas y testamentos finalmente lo encontré, es que yo sabía que por algun lado estaba. Nos juntamos en un bareto había muchísima gente Luis, Marwan y los otros estaban ahí, les hice señas de lejos y nos sentamos, es que basto una frase: "la vida a veces te invita a una ronda, te guiña los ojos concede una tregua" y supiré, tome mi vaso en lo alto y seguí.